El jienense y la valenciana caen en cuartos en el último torneo puntuable para los Juegos Paralímpicos. Pablo Serrano también acaba entre los ocho mejores. Buen nivel el que han ofrecido los españoles debutantes.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Cartagena ha sido el escenario que ha visto florecer los brotes verdes del parabádminton español. Cada vez son más los jugadores que empuñan las raquetas para golpear el volante y varios han tenido la oportunidad de debutar en el Open Internacional de España, el último torneo puntuable para los Juegos Paralímpicos de Tokio. Los deportistas que más cerca se han quedado en el ranking clasificatorio, Simón Cruz y Marcela Quinteros, han firmado un Top 8 en territorio murciano. Ambos tienen muy difícil su presencia en la cita japonesa, aunque una invitación de la federación mundial podría cambiar la situación.
El jienense, que cuenta en su palmarés con siete medallas en europeos (un oro, tres platas y tres bronces) y una plata en un campeonato del mundo, llegaba con buenas sensaciones. Arrancó bien el torneo en categoría SL3 con una victoria por 21-9 y 21-8 sobre el búlgaro Dimitar Pavlov, pero cedió en el siguiente encuentro ante el japonés Daisuke Fujihara (21-9 y 21-6), número cuatro del ranking mundial.
En cuartos de final le tocaba lidiar con el ucraniano Oleksandr Chyrkov, rival que se estaba jugando su billete para Tokio. La mala suerte se cebó con el andaluz, ya que en el tercer punto del primer set se le rompió la prótesis de su pierna izquierda y no pudo competir en igualdad de condiciones (8-21 y 4-21). “Tuve que jugar con la de calle para terminar el partido, pero era imposible. Es un sabor amargo porque estaba para ganarle, no era el más difícil. He llorado como un niño porque es una pena acabar así”, ha lamentado.
En el dobles mixto, formando pareja con la portuguesa Beatriz Monteiro, también alcanzó el Top 8. “Dos cuartos de final están muy bien y me he clasificado para el Mundial en individual y en dobles”, ha comentado Cruz, que se ha quedado en el puesto 12 de 45 jugadores en el ranking paralímpico. Tampoco Marcela Quinteros ha conseguido la clasificación para Tokio por méritos deportivos ya que ha finalizado en la novena posición en WH2 (deportistas en silla de ruedas).
La valenciana venció por 21-18 y 22-20 a la suiza Ilaria Renggli, pero luego cayó con la peruana Pilar Jauregui (7-21 y 11-21) en la fase de grupos y con la rusa Tatiana Gureeva (22-20, 8-21 y 6-21) en cuartos. En dobles con la austriaca Henriett Koosz tampoco tuvo suerte y no pasó al cuadro final. “Tanto ella como Simón lo tienen muy complicado para ir a Tokio. El trabajo está hecho y Marcela está a las puertas, van ocho jugadoras y habrá que esperar hasta el último momento para ver si hay posibilidad de que nos den una plaza por invitación, pero lo veo difícil”, ha explicado el coordinador nacional de parabádminton, Miguel Ángel Polo.
En cuanto al resto de españoles, el medallista de bronce en el Europeo de 2018, Pablo Serrano, también alcanzó los cuartos de final del torneo en SU5 tras sumar dos victorias frente al egipcio Ahmed Magdy (21-5 y 21-10) y al holandés Joshua Donker (21-13 y 21-17) y una derrota con el nipón Taiyo Imai (7-21 y 7-21). Terminó entre los ocho mejores después de perder con el malayo Liek Hou Cheah.
El onubense Paco Motero (WH1) no pudo en octavos con el japonés Osamu Nagashima (13-21 y 13-21). En grupos ganó al kuwaití Khalid Majed (21-6 y 21-6) y fue derrotado por el alemán Thimas Wandschneider (6-21 y 8-21). Buen papel el de Ignacio Fernández, que en WH2 ganó un partido ante el kuwaití Ramadan Mohmmad Nezar (21-5 y 21-7) y después plantó cara al inglés Martin Rooke, uno de los favoritos (10-21 y 18-21). En octavos cedió con el japonés Takumi Matsumoto por 4-21 y 7-21. El orensano llegó hasta cuartos de final en dobles masculino con Jordi Carrión y también en dobles mixto con la austriaca Koosz.
El asturiano Jorge López, de 16 años, completó una destacada actuación en su primer internacional pese a caer en sus dos partidos con el italiano Piero Rosario Suma (14-21 y 15-21) y con el coreano Kim Jungjun, número uno del mundo (5-21 y 9-21). En la misma categoría, Rubén Nova ganó en su debut al checo Lukas Kyncl (21-12 y 21-10) y perdió con el coreano Lee Dongseop (5-21 y 2-21), así como en octavos de final con el tailandés Jakarin Homhual (3-21 y 6-21). Iván Segura (clase SH6), Juan Carlos Quintana (WH1) y José Guillermo Lama (WH2) no pasaron de la fase de grupos en individuales.
“La valoración es positiva, ha habido incorporación de jugadores con proyección que han competido muy bien, algunos se han metido en la fase de cuadros que no es fácil. Aunque faltan rivales de talla mundial porque están clasificados para los Juegos, el nivel ha sido altísimo. Hay esperanzas para el futuro, cuesta conseguir sacar a deportistas y que mantengan la ilusión de entrenar cuando apenas tienen competiciones. Hemos puesto en marcha un circuito nacional para que puedan rodar y tenemos un acuerdo de colaboración con el Hospital Parapléjicos de Toledo, desde el que están saliendo jugadores. Estamos ilusionados porque hay gente que está para coger el testigo, pero hay que darles esas herramientas para que puedan progresar”, ha añadido Polo.