El ‘rider’ ovetense queda eliminado en octavos de final en la prueba de snowboard cross en los Juegos Paralímpicos.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Vic González no ha tenido el debut soñado en los Juegos Paralímpicos de invierno en Pyeongchang. El deportista español ha finalizado en el puesto 13 de la clase SB-LL1 (deportistas con amputaciones femorales, lesiones medulares y de doble tibial) en la prueba de snowboard cross. Tras acabar se mostró muy feliz y con la sensación de haberlo dado todo.
En un circuito artificial con obstáculos como saltos, rampas, bañeras y curvas, el asturiano se cayó en su bajada en la manga clasificatoria y fue último con un tiempo de 1:49.68. En el cruce de octavos de final tenía que lidiar con un rival muy complicado, el norteamericano Mark Mann, medallista de bronce en el último Mundial, que no dio opciones al español.
Pese a que viajaba a Corea del Sur con ambición y con el objetivo exigente de pelear por medalla, Vic se quedó lejos del podio. Pero estar en los Juegos era ya un gran premio, el suyo es el triunfo de la voluntad y la perseverancia. Hace tres años estaba en el Hospital Vall d’Hebron sin poder mover más que los ojos y ahora se desliza sobre la tabla de snow a 70 kilómetros por hora.
El ‘rider’ ovetense sufrió un accidente en el Parque Nacional de Aigüestortes (Lérida) realizando un curso de avalanchas y tras chocar con un muro de hielo se rompió las vértebras C5 y C6 con una invasión medular del 30%. Los médicos le dijeron que se quedaría tetrapléjico. Llegó a pensar en quitarse la vida, pero decidió pelear por volver a caminar y cuando logró mover un dedo del pie, le prometió a su madre que iba a ir a unos Juegos Paralímpicos.
Comenzó así una dura rehabilitación, en ocasiones a escondidas de los médicos, que se convirtió en una obsesión. Y consiguió andar. Tiene falta de coordinación, equilibrio y poca destreza en la manos, no puede correr ni caminar rápido. «Por dentro mi cuerpo es como el de una persona de 80 años», comentaba en una entrevista a dxtadaptado.
Dos años después del accidente volvió a la montaña para hacer snowboard, el deporte que se lo quitó todo y después se lo volvió a dar. En Pyeongchang ha cumplido su sueño y este viernes tendrá una nueva oportunidad en la prueba de banked slalom.