No hay reto imposible. Acudí a Bilbao para participar el 18 y 19 de julio en la XIX Paracycling Bira de Bilbao, 19 ediciones del mejor Ciclismo adaptado nacional, con gran participación internacional además de ser una prueba UCI que da puntos a España para poder llevar más deportistas a los Juegos Paralímpicos.
Llegamos el viernes 17 de julio por la tarde y lo primero hicimos fue reconocer el recorrido de la contrarreloj. Pedaleé más de 1 hora en el circuito pero mis impresiones no fueron buenas; curvas muy cerradas, alta velocidad en tramos concretos y cambios de ritmo constantes, un circuito ratonero y peligroso donde habría que tener mucho cuidado para evitar un accidente.
Me alojé en el Albergue de Bilbao donde se respiraba ciclismo por todos los lados. Convivir con distintas discapacidades te hace ver las cosas de modo diferente, hay muchos ejemplos de superación, muchas personas que luchan por normalizar sus vidas y gracias al deporte lo logran.
El sábado 18 de julio fuimos a Belako para participar en la contrarreloj. Tras 40 minutos de calentamiento en el Bkool, me preparé para la prueba. Llegué a la salida muy justo, cuando contaban la cuenta atrás de los 10 segundos. Debía dar 3 vueltas al circuito de 3,7km.
La primera vuelta la planteé tranquila pero estaba preocupado ya que por detrás salían rivales potentes que me podrían dar alcance. Trazaba las curvas con precaución y apretaba en las subidas. El calor era intenso y la sensación de húmedad alta, pedaleábamos al mediodía. La segunda vuelta subí la intensidad y empecé a doblar a varios compañeros, tracé un curva demasiado rápido y me puse a dos ruedas así que reduje la marcha, mi mente estaba puesta en Alemania una semana después. Fui a tope los dos últimos kilómetros pero mi vatios fueron bajos así que no esperaba hacer una gran resultado. Mi sorpresa fue lograr un segundo puesto en la contrarreloj, a 46 segundos del ganador. Los compañeros me comentaron que el calor les había afectado, hubo principios de golpe de calor y muchos abandonos por accidente. Salvé la jornada que era mi intención.
Tenía ganas de apretar en la ruta. Conocía el circuito de años anteriores y sabía que era muy rápido, una buena salida era fundamental para estar en el grupo de los mejores.
El domingo 19 de julio fuimos a Andoain para participar en la prueba en línea. 4 vueltas de 10 km para pedalear un total de 40km. Salimos pronto por la mañana pero el calor era intenso. La salida a tope. 100 metros llanos, curva a izquierda de 90 grados y repecho de 80 metros con un desnivel que hace daño.
Un irlandés se puso a tirar del grupo de cabeza y lo estiro mucho durante los primeros kilómetros. Se formó un grupo de 6 handbikers en cabeza. No hubo colaboración para pedalear a relevos. Nadie quería gastar fuerzas y estar preparado para los ataques que se iban a producir. Funcionábamos a tirones. El que tomaba la cabeza, cambiaba de ritmo en las subidas. Si uno se despistaba, se subía la intensidad para dejarlo atrás. Fue una ruta lenta hasta llegar a la última vuelta. Nos quedamos 5 handbikers y se produjeron varios ataques en las bajadas pero nadie perdió fuelle. Pensé en el mejor momento para atacar. Último repecho, a 1,5 km de meta.
Se palpaba la tensión y el grupo se abrió al principio del repecho. Todos teníamos la misma idea, atacar allí. Entré en el repecho el último, y eso que intenté llegar posicionado, debí cambiar de ritmo por el lado sucio de la carretera, adelantando por la derecha. Sabía que según llegáramos arriba de repecho, llegaríamos a línea de meta. Saqué todas mis fuerzas pero coroné el repecho en tercera posición, a escasos 10 metros de los primeros. Una distancia insalvable. Al comenzar la bajada, ya los veía alejados a 100 metros. Pedaleé con intensidad hasta el final y terminé en tercera posición a 18 segundos del vencedor.
La clasificación general fue positiva, logré un segundo puesto que me dieron 13 puntos UCI. Nunca antes había alcanzado tantos puntos. Mis sensaciones no fueron demasiado buenas ya que venía del entrenamiento en altura, mi pico de forma estaba pensado para la Copa del Mundo de Elzach (Alemania) una semana después y me sentí cansado. En general, termino muy contento por lograr un segundo puesto, si lo comparo con el año pasado, la progresión ha sido enorme. Mañana parto a tierras germanas.