Adi Iglesias, el doble reto de subir al podio en el Mundial de París

La gallega, campeona paralímpica en Tokio en la prueba reina de la velocidad, peleará por las preseas en 100 y 200 metros T13. “No estoy en mi mejor forma, pero me veo fuerte y con opciones de lograr medallas”, afirma.

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La gallega Adi Iglesias durante el Campeonato de España de 2023. Foto: Club Atletismo Javi Conde

Con arrojo, disciplina y constancia, Adi Iglesias acumula sueños en sus zancadas con la idea de ser mejor cada día. Luciendo una amplia sonrisa y con la cabeza cubierta de trenzas doradas, la atleta española se dio a conocer en Dubái en 2019 con dos platas mundialistas. En 2021 reinó en Europa y después conquistó un oro y una plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Ahora esprinta hacia el Mundial de París, su próximo objetivo, en el que asumirá el doble reto de subir al podio en 100 y en 200 metros categoría T13 (discapacidad visual).

“Son casi dos años sin competir a nivel internacional, es mucho tiempo, así que hay que ganas. El año pasado estaba previsto que se celebrase en Japón, pero lo pospusieron y fue una pena porque tener un desafío por el que luchar cada año es motivador. Aunque a mí me vino bien para relajarme, desconectar, irme de vacaciones y pensar en todo lo que había conseguido en tan poco tiempo, ya que cuando estás inmersa en las competiciones, cuesta asimilarlo y disfrutarlo”, afirma.

La gallega, que nació con albinismo hace 24 años en Bamako (Malí), una combinación peligrosa en un entorno donde dicha condición genética está perseguida y considerada maldita, acumula éxitos gracias a la gran progresión que ha experimentado sobre el tartán desde su irrupción en el Mundial de Dubái. “Hasta ese momento nunca había competido internacionalmente, era una deportista muy inocente y acudía sin conocer casi nada del movimiento paralímpico. He cambiado mucho desde entonces, ahora tengo más experiencia y madurez, he evolucionado como atleta y aún tengo margen de mejora”, explica.

Sus logros en la pista le han granjeado numerosos galardones, como el premio Rey Juan Carlos de los Premios Nacionales del Deporte por ser la deportista revelación -la primera vez en la historia que lo conseguía una deportista con discapacidad- o la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo. “Eso quiere decir que las cosas las estoy haciendo bien y me da confianza para seguir así en este bonito camino”, recalca.

Después de Tokio dejó Lugo y se trasladó a Madrid, un cambio de ciudad que no fue fácil. Empezó a estudiar la carrera de Fisioterapia, pero ha tenido que aparcarla por la imposibilidad de compaginarla con el deporte de alto rendimiento. “La adaptación fue complicada, el centro para estudiar estaba lejos y tardaba mucho en ir y en volver. Además, tenía muchos compromisos con patrocinadores y entrenamientos, así que me limitaba a la hora de descansar. He empezado Educación Infantil semipresencial, me encantan los niños, y me puedo organizar mejor”, cuenta.

Adi Iglesias durante los Juegos Paralímpicos de Tokio. Foto: Mikael Helsing / CPE.

En el CAR de Madrid entrena con el grupo de velocistas que dirige José Luis Calvo, entre los que también se encuentran los hermanos Deliber y Dionibel Rodríguez. En estos años, ante la falta de pruebas internacionales de relevancia, Adi no ha parado de romper barreras hacia la inclusión, compitiendo en Campeonatos de España absolutos y siendo campeona de Galicia frente a rivales sin discapacidad. “Lo difícil es lo que me atrae. Me gusta medirme a las mejores, me ayuda a ser más ambiciosa”, subraya.

Ahora acude al estadio Charléty de París con la intención de atacar el doblete de la velocidad. “El trabajo difícil está hecho, ahora hay rematar la faena. Esta temporada me ha costado entrar en forma porque estoy acostumbrada a que los mundiales sean en otras fechas y tendríamos que haber empezado antes. Aun así, me encuentro bien, no estoy en mi mejor estado, pero me veo fuerte para ofrecer un buen rendimiento”, comenta.

Primero correrá los 100 metros, prueba en la que es la vigente campeona paralímpica, y dos días después los 200 metros, distancia que mejor domina y en la que posee el récord del mundo con 24 segundos. En ambas aparece como segunda en el ranking de este año, solo superada por la joven canadiense Bianca Borgella, que se postula como una de las rivales más fuertes junto a la brasileña Rayane Soares y a la azerbaiyana Lamiya Valiyeva.

“No me gusta mirar la lista de salida, me agobia si lo hago, no porque vaya a pensar que lo haré mal, es algo que no me interesa. En el ranking aparezco segunda (12.27 segundos en 100 metros y 25.28 en 200 metros), pero he hecho mejores marcas que no me han validado, así que estoy tranquila. Que hayan aparecido nuevas chicas o hayan vuelto otras con nivel me ayuda a mejorar. Me gusta que me aprieten, cuando tienes rivales fuertes, espabilas sí o sí”, asegura la gallega.

No se conforma con estar en el podio, que le daría un billete para los Juegos Paralímpicos de París 2024, se muestra voraz y peleará por el oro. “Estoy suficientemente preparada para obtener medallas en ambas pruebas, tengo opciones. Por las marcas que tenemos, tres o cuatro atletas estaremos muy apretadas. El 200, que no forma parte del programa paralímpico, es mi prueba favorita, así que seré más exigente. Y en el 100, vengo de ganar en unos Juegos, por lo que me gustaría ser campeona del mundo, pero después habrá que verse en la situación, hay factores que no dependerán de mí, aunque según los entrenamientos, estoy para medalla. Lo tendría que hacer muy mal para no estar entre las tres primeras”, apostilla Adi Iglesias, un portento físico que brilla con su velocidad.

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