Prensa DACAI | La mala suerte se cebó con el CAI en su desplazamiento a Canarias para medirse al BSR Las Palmas dentro de la 4ª Jornada de la Liga de división de Honor de baloncesto en silla de ruedas.
La rotura de la junta de la culata impidió que los zaragozanos llegasen al aeropuerto de Barajas para tomar el vuelo que les debía llevar a la ciudad insular. Después de un viaje con muchos problemas y tras varias paradas por problemas mecánicos, a unos 70 kilómetros de Madrid la furgoneta del club se detuvo sin poder continuar viaje. Tras ser ayudados por unos agentes de la Guardia Civil, hacia las 9:30 llegaron hasta un taller en el que les indicaron el calado de la avería y les instaron a que llamaran al seguro para solucionar el problema.
El equipo maño intentó conseguir que la compañía aseguradora les facilitase el traslado hasta Barajas pero esta tiene establecidos unos protocolos que ralentizan el proceso, ya que en primer lugar tiene que ir una grúa a constatar la avería, y una vez que así sucedía nos ofrecían la posibilidad solicitar dos taxis para desplazar los jugadores pero no se hacían cargo de las sillas de ruedas que portaban en la zona de carga del vehículo averiado. Todo ello con la premura de tiempo que implica el tener que llegar a una determinada hora para facturar el material deportivo.
De esta manera debieron optar por regresar a Zaragoza una vez que los taxis llegasen hacia las 12 de la mañana.
El conjunto aragonés se enfrenta ahora a la decisión de la Juez Única de la FEDDF, enviando las alegaciones en las que se explica lo sucedido y adjuntando los informes de la Guardia Civil de Tráfico, de la compañía de seguros, el informe del mecánico de la grúa y las facturas de la agencia de viajes en las que se constata que el cuadro Zaragozano tenía todo reservado y pagado, tratando de demostrar que no ha habido mala fe y que todo ha sido consecuencia de la avería mecánica del vehículo.