El bronce en espada el pasado lunes le dejó un sabor agridulce a Judith Rodríguez porque cayó en semifinales ante la británica Gemma Collis, que la adelantaba en el ranking y la dejaba sin puntuar en la carrera hacia los Juegos Paralímpicos de París. Tras la oportunidad desaprovechada, la viguesa se ha despedido con buenas sensaciones del Europeo celebrado en la capital francesa al lograr otro bronce, está vez en florete.
El billete para estar en verano en la cita paralímpica se lo jugará en mayo en la Copa del Mundo de Sao Paulo (Brasil). De conseguirlo, frenaría una sequía de 12 años sin presencia española en unos Juegos. El actual seleccionador nacional, Carlos Soler, fue el último en competir en esgrima en silla de ruedas, lo hizo en Londres 2012. Mientras que la última representante femenina fue Gema Hassen-Bey en Pekín 2008.
La gallega ha dejado su huella en el centro deportivo Halle Georges Carpentier de París con dos preseas de bronce. En florete fue segunda en la poule al sumar tres victorias frente a la húngara Anna Nadasdy, a la ucraniana Nataliia Mandryk y a la turca Senay Guner. Solo perdió con la georgiana Nino Tibilashvili. En el tablón de 16 superó a la francesa Clemente Delavoipiere por 15-4.
En cuartos de final se impuso con solvencia a la italiana Loredana Trigilia (15-3) para asegurar su presencia en el podio. Y en las semifinales plantó cara a la húngara Eva Andrea Hajmasi, número cuatro del mundo, ante la que perdió por 11-15. Dos nuevos metales internacionales para Judith, que tratará de sellar su pasaporte para los Juegos Paralímpicos en mayo en Sao Paulo.