FEDC. La crónica más triste del XI Campeonato de España Juvenil de la ONCE debe comenzar comunicando la muerte de Ramón Escudeiro, dos días más tarde de proclamarse, una vez más, campeón.
Ramón empleó durante una semana sus escasas fuerzas, mermadas desde hace más de un año por el cáncer, en medirse con sus nueve rivales Pero ni en calidad, ni en resultados, ni en espíritu de lucha hubo jugador alguno que le superara. Con una puntuación casi perfecta, de 8,5 puntos en 9 partidas conquistó su sexto título nacional juvenil.
Apareció en el ajedrez ONCE con solo 11 años y, poco después, con 13, en 2005, ganó su primer título venciendo en todas las partidas. Unos meses más tarde consiguió la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo Juvenil. Ingresó definitivamente en la élite de nuestro ajedrez con el 5º puesto que alcanzó en el Campeonato de España ONCE de 2008.
En el año 2009 se midió a 25 jugadores de Pontevedra en una exhibición de partidas simultáneas que estableció un nuevo récord, por parte de un jugador ciego, en esta clase de eventos.
Aún con ese historial, habrá rasgos más imborrables. Ramón fue un magnífico luchador en el tablero, y un ejemplo de corrección y saber estar, uno de aquellos que -fiel a las leyes del ajedrez-, con su conducta honró este juego.
Con sólo veinte años es difícil dejar un recuerdo tan maduro. Se despide como quiso hacerlo, como campeón.
No solamente mostró su fuerza en el tablero, sino que mientras su enfermedad se lo permitió, Ramón fue un judoka incansable que formó parte de muchas competiciones y concentraciones de nuestra Federación.
Nos deja un gran deportista y una persona inolvidable.
