Fundación Sanitas – Tal y como leemos en el diario Marca, Zabala pesa 50 kilos pero levanta hasta 105, más del doble de su peso y récord español femenino en halterofilia paralímpica. Loida Zabala empezó en este deporte casi por casualidad. Con 11 años sufrió una infección de médula y perdió la movilidad en las piernas. Comenzó entonces a levantar pesas en su casa de Losar de la Vera, en Extremadura, para “valerme por mí misma, tener fuerza y sentirme independiente”.
Con 18, volvió al Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde había estado ingresada aprendiendo a manejarse con la silla de ruedas años atrás, para sacarse esta vez el carné de conducir y, durante los dos meses que estuvo preparándose el práctico, descubrió la halterofilia como deporte adaptado. “Me encantó”, recuerda.
Empezó a entrenarse en casa. Su primera competición fue en Madrid, donde levantó 45 kilos y conoció al seleccionador nacional, Lodairo Ramón. “Él me enseñó un poco la técnica y como me gustó tanto la experiencia, decidí que en cuanto acabara Administración y Finanzas me trasladaría a Oviedo para entrenar con él”, asegura.