ideal.es – El mar impone respeto, más aun si no se tienen los conocimientos básicos para saber navegar. Sin embargo, para un grupo de discapacitados psíquicos no supone el más mínimo problema estar tres horas a bordo de un velero, si están en compañía de sus monitores y amigos.
El centro ocupacional Juan Goytisolo, perteneciente a la Asociación Verdiblanca, ha realizado durante este verano dos cursos de vela adaptada en colaboración con el Ayuntamiento de la capital, Ferrovial Agroman, Fundación Adecco y el Club de Mar Almería, concretamente para enseñar a estas personas el manejo y disfrute de un barco de vela.
Amalia Tamayo, coordinadora del centro, afirmó que se trata de «una oportunidad única; el deporte es un objetivo fundamental para mejorar muchos aspectos ya que no solo supone unos beneficios físicos, también sociales, que les ayuda a introducirse en actividades de ocio y tiempo libre que de otra manera sería mucho más complicado».
Durante una semana, de lunes a viernes, y de diez de la mañana a la una de la tarde, los integrantes del grupo aprenden las nociones básicas enseñadas por tres monitores – alguno con dos ‘Biodraminas’ en el estómago- para disfrutar y aprender el manejo de un barco de vela especialmente adaptado para ellos.
Proporcionado por Ferrovial, es una embarcación que dispone de una orza de quilla especial para que, si por algún casual estuviera en problemas, fuera imposible que volcase. Además no dispone de asientos laterales como suelen montarse en estas embarcaciones para evitar caídas con los vaivenes de las olas.
Instrucciones
Se sientan en el suelo, cada uno en su sitio donde conocen las instrucciones pertinentes… y a navegar. Para más seguridad o algún que otro mareo, una zodiac apoya en todo momento al velero con uno de los monitores a bordo. «En un principio algunos tenían miedo al mar y a no poder sacar el barco, pero después de unos días han roto esa barrera y están deseosos de subirse de nuevo» aseguró Amalia.
La práctica de vela adaptada contribuye a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad siendo sus principales beneficios las mejoras físicas que en muchos casos forma parte de procesos de rehabilitación; las psicológicas en el estado de ánimo, la autoestima, la autonomía y su aceptación y por último las mejoras en las habilidades sociales y de relación debido a la inclusión de los discapacitados dentro de un equipo de trabajo que se ve recompensado al recibir el último día del curso un diploma por parte de la asociación que les acredita como verdaderos marineros.
Raúl de Valenzuela, el monitor que coordina la actividad, se asegura de que el viento sea el correcto para navegar, que se abrochen bien los chalecos salvavidas y la gorra y usen protección solar. «Lo que más les gusta y reconforta es el poder llevar a sus compañeros dentro del agua, si dicen al faro, todos al faro, les hace ver que son muy capaces» afirmó Raúl, a la vez que «supone una unión más fuerte entre ellos, y aunque a veces pierden la concentración son fantásticos en todos los aspectos y muy muy agradecidos», finalizó. Durante las tres horas que están en el mar, les enseñan a realizar maniobras, ayudan con el timón o a manejar las velas. «Si el día anterior les das un cabo, al día siguiente no hace falta repetírselo, la predisposición al aprendizaje es total», aseguró Raúl.
Teresa, una de las participantes en el curso, atiende a las preguntas con una sonrisa espectacular. «El primer día hacía un poco de viento y me daba miedo, pero mira, el barco es ‘graciosillo’ y nos lo pasamos bien. Quiero venir y repetir con mis amigos que no han venido» relataba antes de subirse a la embarcación. Antonio, el más pequeño de todos y capitán del navío, aseguraba que «ayudar a Javi con las velas es lo que más me gusta, lo que menos… las medusas». Tras montar las velas y apelotonarse en el muelle para entrar en el velero, se despidieron al grito de «¡adiós, adiós!» antes de ir, durante tres horas, a conquistar los mares.
Igualdad
La Asociación de Personas con Discapacidad Verdiblanca se constituyó el 23 de marzo de 1979y desde entonces trabaja con un objetivo básico y primordial: la integración y normalización de la vida de las personas sea cual sea su discapacidad.
El esfuerzo de la más veterana de las asociaciones de la provincia de Almería y de la Comunidad Autónoma Andaluza, se ha centrado en mejorar el bienestar de los almerienses con algún tipo de discapacidad. Para ello ha trabajado organizando y desarrollando numerosos programas y proyectos que persiguen no solo alejar a este colectivo de la pasividad, sino también reforzar la concienciación de la sociedad sobre las necesidades de este colectivo además de promover y exigir el cumplimiento de la legislación sobre discapacidad e igualdad.
Por otra parte, otro de sus muchos objetivos es defender la participación de las personas con discapacidad en las diferentes esferas de las administraciones públicas y en especial en todos aquellos asuntos que les afecten así como exigir la eliminación progresiva de barreras arquitectónicas, urbanísticas, de la comunicación y sociales que fomenten las alternativas que se den en este terreno.
