Este cooperante pone en marcha desde Ermua un proyecto, mediante un juego, de ayuda a los niños de un colegio boliviano
elcorreo.com – Por 10 euros se puede ayudar a los niños de un colegio situado en la zona de El Alto (Bolivia) desde Ermua. El denominado ‘Juego de la Oca’ es un proyecto promovido por el ermuarra Salva Vega ‘Gaizka’, que ha solicitado ayuda a sus amigos y familiares del municipio para poner en marcha su idea denominada ‘El juego de la Oca’. La aportación de 10 euros se puede realizar principalmente en la tienda de ropa Modas Cande, ubicada en la plaza del mercado y cuya propietaria es madre de este joven, o en el bar Tribuna, Paddok o Gas Station.
-¿Qué pretende con este proyecto?
-La dirección de la escuela decidirá cual será la manera más apropiada de invertir estos fondos.
-¿En qué consiste?
-Desde Ermua se aportan 10 euros y, supongo que es difícil de entender, con este dinero se puede garantizar un desayuno, comida, asistencia médica y psicológica a un niño. En el momento de la aportación la persona que ayuda se realizará una foto y cuando acabe el plazo de la campaña, la intención es tener un tablero con el mayor numero de fotos de personas colaboradoras. La parte pedagógica será la realización de varios tableros, con los que los niños podrán jugar y aprender, entre otras cosas, a sumar.
-Usted sólo iba a dar clase.
-En febrero de este mismo año llegué a La Paz para realizar un voluntariado en una escuela de Educación Especial llamado Virgen Niña, a través de una ONG Catalana llamada SOLDEBO (Solidaridad y Desarrollo de Bolivia). Lo curioso es que poco antes de salir me propusieron impartir docencia en la Universidad Salesiana de Bolivia, debido al efecto multiplicador que podrían tener algunos conocimientos que podría aportar. Acepté de buen grado. Debido a mi formación (máster en actividad motriz y educación, postgrado en Motricidad Infantil, diplomado en Educación Física y en Educación Especial), pensé que sería ilógico no aprovechar el año que me quedaba por delante para intentar al menos realizar algún proyecto educativo. Y fue hablando con una compañera argentina cuando decidimos realizar un proyecto de ‘inclusión a través del deporte para personas con discapacidad física’. Conseguimos una financiación que nos ha permitido, entre otras cosas, comprar la equipación necesaria para que un club, reconvertido a su vez en selección boliviana, pueda viajar a la Copa Iberoamericana (Brasil). Este hecho es importante por el valor, no solo deportivo, sino social, ya que dará a conocer el deporte adaptado boliviano.
-Pero eso no es todo.
-Decidimos también llevar adelante un Postgrado en Educación Inclusiva, que esperamos se haga realidad a mediados de agosto. Esto, junto con seminarios, charlas y la docencia, vienen a cubrir este segundo objetivo que es el de la formación y difusión de la Educación para la Diversidad. Esta formación es la que nos permite trasformar la sociedad, y al igual que en todos los sitios, en La Paz tambien se puede seguir trabajando en busca de una sociedad que tenga en cuenta la diversidad.
-La cosa no para ahí.
-El proyecto más dificil es el que tiene que ver con las infraestructuras y la eliminación de barreras arquitectónicas. Es un proyecto que todavía está en fase de estudio pero que pensamos que puede dar sus frutos, aunque sea en lugares muy determinados.
-¿No son demasiados proyectos?
-Aunque no me puedo quejar de como están saliendo las cosas, y como bien me dijo un hombre al que tengo un cariño especial como es Miguel Ocariz, «déjate un espacio en la mochila para las fustraciones». Tengo presente que van a llegar.