El Donostiarra trabaja para llegar a los Juegos de Sochi en marzo tras romperse el tendón de aquiles
noticiasdegipuzkoa.com – Se podría decir que Jon Santacana tiene una relación de amor-odio con los Juegos Paralímpicos. El esquiador donostiarra, deficiente visual debido a la enfermedad de Stargardt, ha tomado parte en tres eventos paralímpicos, lo máximo para cualquier deportista, también para él. En Salt Lake City 2002 ganó un oro y dos bronces, a Turín 2006 llegó apenas dos meses después de romperse la tibia y el peroné y solo pudo participar en una prueba, y en Vancouver 2010 se colgó un oro y dos platas. Su siguiente reto era Sochi (Rusia) 2014. Para ello estaba preparándose en cuerpo y alma desde verano, convencido de que iban a ser sus Juegos. Sin embargo, la mala fortuna en forma de lesiones se ha vuelto a cruzar en su camino y hace menos de un mes el guipuzcoano se rompió el tendón de Aquiles. Su objetivo sigue siendo Sochi, que empieza el 7 de marzo, pero reconoce que «cambia el panorama y la perspectiva». Su meta es recuperarse físicamente para, al menos, estar allí.
Santacana se encontraba a principios de septiembre en Australia participando en pruebas de la Copa del Mundo cuando llegó la citada lesión, que no se produjo compitiendo. «Estaba corriendo y en un cambio de ritmo noté como si me hubieran dado un golpe muy fuerte por detrás en la zona de debajo del gemelo. Me caí al suelo y no podía apoyar el pie izquierdo. Uno ya se conoce mucho y me di cuenta de que me había hecho algo gordo».
Todavía «en estado de shock», el donostiarra decidió regresar cuanto antes para hacerse pruebas. «Pasé unos días malos en Australia hasta que cogí el avión de vuelta. Una vez en Madrid, confirmaron que me había roto el tendón de Aquiles». Santacana pasó enseguida por el quirófano, el 11 de septiembre, ya que era consciente de que empezaba una lucha contra el reloj para estar sano el 7 de marzo de 2014, cuando comienzan los Juegos Paralímpicos de Sochi.
«Más tranquilo» después de que la operación saliera bien y de dar sus primeros pasos en la recuperación, Santacana trata de mantener el ánimo alto y de centrarse en ir paso a paso en la recuperación. «Es una pena porque íbamos a llegar en nuestro mejor momento a Sochi. El objetivo ahora es recuperar bien en estos cinco meses y pico que quedan».
La rotura del tendón de Aquiles es su segunda lesión grave tras romperse la tibia y el peroné en 2006, dos meses antes de los Juegos de Turín. «Cuando me di cuenta de que iba a ser una lesión importante, no me lo podía creer. Me vino a la memoria aquel momento. Aquella vez competí en una prueba, pero con muchas molestias que luego se alargaron en el tiempo. La vida deportiva es así, exigimos mucho al cuerpo y hay momentos altos y bajos. Llevaba un tiempo de altos, con muy buenos resultados y muy buenas sensaciones, y ahora es un momento bajo».
El donostiarra va a llevar a cabo su recuperación entre Madrid y Zaragoza: «De momento tiene que curar bien la herida, porque tengo 22 puntos. Por ahora hago pequeñas movilizaciones, algo de drenaje y trabajar el resto del cuerpo. La semana que viene, en principio, me quitan la escayola y me ponen una férula con la que podré empezar a apoyar un poquito y quizás comience trabajo en piscina y demás. Ahora estoy en Madrid pero en dos semanas me iré a Zaragoza para trabajar con el fisioterapeuta de la Federación. Estaré allí dos o tres meses con la idea de trabajar de forma intensiva mañana y tarde. Hay que ir quemando etapas lo más rápido posible pero sin precipitarme para que no haya pasos atrás».
Santacana no podrá ponerse los esquís hasta enero de 2014 en el mejor de los casos: «Vamos muy justos de tiempo. Una lesión de este tipo suelen ser siete u ocho meses de recuperación, y nosotros tenemos menos de seis. Es un reto más. La previsión de los médicos es que pueda empezar a esquiar a finales de enero si todo va bien. A ver cómo responde entonces la pierna, porque los Juegos ya estarán muy cerca».
El esquiador guipuzcoano es especialista en superar todo tipo de obstáculos, tanto en su vida diaria como en el deporte: «Es un reto más. Hay mucha gente que me ha dicho que si alguien puede conseguirlo soy yo, eso te da muchos ánimos. Si la gente confía tanto en mí, cómo no voy a confiar yo».