El Centro Puente de Coruxo ofrece gimnasio, imparte formación y crea eventos públicos
atlantico.net – La primera pregunta que se hacen en la Fundación Isidre Esteve, con sede en Vigo desde hace un año, es ¿por qué raramente encontramos a personas en silla de ruedas en las salas de fitness?. Recuerdan que las personas con discapacidad tienen las mismas necesidades o más de practicar deporte que el resto y que en los gimnasios no se necesitan inversiones importantes para que puedan ir pero sí superar el miedo y desconocimiento que esto provoca.
Conscientes de que había que hacer algo para cambiar las cosas, la fundación que lidera el piloto de rally que sufrió una lesión medular en 2007 creó primero en Barcelona y después en Vigo un Centro Puente para que personas en silla de ruedas o con alguna discapacidad cojan el hábito de hacer deporte con el objetivo final de entrar después (en 3 o 4 meses) en el gimnasio de su pueblo o de su barrio, y también para que los más implicados puedan entrar en contacto con la competición paraolímpica.
La persona responsable del proyecto y de diseñar las sesiones d e entrenamiento es Joan Rodríguez, un catalán que lleva diez años afincado en Vigo y que colaboró con Isidre antes y después de la lesión. Su trabajo en el Centro Puente no se limita a esos tres días a la semana de trabajo en sala, sino que también imparten cursos de formación para técnicos que quieran mejorar sus conocimientos para trabajar con discapacitados (ya se celebró uno en colaboración con el grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Vigo y habrá más porque llenó todas sus plazas) y realizan actos públicos en el que mezclan deporte y diversión para concienciar sobre la discapacidad, como “Coruxo Móvese” con 600 inscritos.
A las instalaciones que tienen dentro del campo de fútbol del Coruxo acuden los 9 usuarios del Centro Puente, que son lesionados medulares, personas con espina bífida, amputados y otros casos. Para ellos abren tres días a la semana por la tarde y a partir de septiembre podría haber también un grupo de mañana. El resto del día las instalaciones funcionan como centro de entrenamiento y hay caras conocidas en el mundo del deporte como Chano Rodríguez, que se pasa por allí antes de la piscina, y jugadores del Amfiv como los olímpicos Bernabé Costas y David Mouriz. “Para nosotros es un orgullo que vengan”, asegura.
“Esto no es un centro de rehabilitación, nosotros lo que intentamos es que a través del deporte vayan lo mejor posible”, señala Joan que vino a Vigo para ser preparador físico del Celta durante tres temporadas y ya se quedó. Hace tres años fundó con Adrián, un fisioterapeuta, el gimnasio de Coruxo y en septiembre del año pasado introdujo la actividad de la Fundación Isidre Esteve, que ya funcionaba en Barcelona. “Nos preguntan por qué en Vigo y no en Madrid o Valencia: fue porque nosotros estábamos aquí y estamos muy contentos porque la gente responde cada vez mejor”.
En el Centro Puente procuran trabajar con material convencional para que los usuarios aprendan a utilizarlos y puedan seguir el ritmo en un gimnasio normal, pero tienen aparatos que no se suelen ver y que tampoco cuestan tanto, como bicis de manos para el trabajo cardiovascular que en realidad podrían ser utilizados por cualquiera, un bipedestador para poner de pie a los lesionados, una cinta para correr con silla más ancha de lo habitual (“es casera, la adaptamos nosotros mismos”), una bola de boxeo colocada a una altura más baja y que introdujeron por recomendación de Iván Pozo, tras una sesión que impartió en el Centro Puente para trabajar las abdominales. “Hacemos clases con deportistas cuando se puede”, asegura.