Israel Blanco sigue empeñado en dejar huella en el tobogán helado. El piloto español de bobsleigh está firmando una de las mejores temporadas de su carrera, codeándose con los mejores y coleccionando medallas en el circuito de Copa del Mundo. Si a finales de 2021 alcanzó un oro histórico en Lake Placid (Nueva York) y un bronce en Park City (Utah), ahora ha comenzado el año subiendo al podio con otro bronce.
Lo ha hecho en Innsbruck (Austria), aunque la prueba correspondía a la primera carrera que se suspendió en diciembre por malas condiciones climatológicas en la cita de Park City. El asturiano, que tiene amputada la pierna izquierda desde 1998 cuando sufrió un accidente laboral trabajando como soldador de estructuras metálicas, ratifica el buen momento por el que atraviesa a los mandos de su monobob.
En la primera manga en la pista del Tirol austriaco, un pequeño error le dejaba en la cuarta posición provisional tras completar el recorrido en 57.77 segundos. Las preseas estaban a su alcance, pero necesitaba realizar una bajada limpia en la segunda para estar entre los tres primeros. Y así lo hizo, sumó un tiempo total de 1:55.47, superando por apenas ocho centésimas al cuarto clasificado, el estadounidense Guillermo Castillo. Blanco ya suma ocho metales en su palmarés en esta competición. El oro fue para el suizo Jonas Frei y la plata para el británico Corie Mapp.
“La primera bajada me salió mal, cometí un fallo en la salida de la curva siete y en la entrada de la ocho que me hizo perder tiempo. La segunda bajada muy bien, me dio para remontar hasta el tercer puesto”, ha comentado. Este viernes y el sábado disputará dos pruebas más de Copa del Mundo en Innsbruck: “Pelear por las medallas será difícil, pero voy a salir con el cuchillo entre los dientes. La pelea estará entre siete u ocho pilotos, entre los que me incluyo. El problema es que la pista es muy corta y si tocas en un muro no tienes tiempo para recuperar. Si hago dos bajadas limpias puedo estar luchando por las medallas”.