Le dejaron sin dorsal en el último Mundial de triatlón por criterios técnicos, a pesar de que sus resultados indicaban que estaba entre los mejores. El mazazo fue grande, aquello le dejaba fuera del Plan Adop y su camino hacia los Juegos Paralímpicos de París 2024 se ponía cuesta arriba. Pero Jota García no claudicó, hizo borrón y cuenta nueva, sin rencor, tocaba reinventarse otra vez y enfocar la nueva temporada con ambición e ilusión. En su primera competición del año, el madrileño se ha colgado un bronce en las Series Mundiales de Devonport (Australia). En la cita oceánica, Rakel Mateo también se ha llevado una plata.
Aunque el periodo paralímpico de clasificación no se abrirá hasta junio con el Europeo de Madrid, los triatletas buscan sumar puntos para subir puestos en el ranking internacional y así poder aparecer en las start lists de los eventos más importantes. En territorio australiano, Jota ha demostrado que continúa en la pomada en PTVI (ciegos o con discapacidad visual), una categoría cada vez más complicada.
Esta vez no pudo formar pareja con Daniel Múgica, lesionado, y el guía que le acompañó fue el joven Adrián Salto, con quien ha firmado un gran debut. La dupla española terminó la natación en segunda posición, en el tándem perdieron algún puesto, pero en los cinco kilómetros en la carrera a pie fueron los más veloces para cruzar la meta como terceros con un registro final de 1:05.27, a 20 segundos de la plata del serbio Lazar Filipovic. El oro fue para el australiano Sam Harding.
“Hemos hecho una buena natación, la bici nos ha penalizado ya que el circuito estaba mojado, tenía varias chicanas y giros de 180 grados, y, por tanto, era más para guías experimentados, y hemos sido prudentes. En la carrera a pie hemos volado, de los mejores parciales de toda la categoría”, ha explicado Jota, quien no lograba una medalla desde mayo del año pasado en las Series Mundiales de Yokohama. Ya acumula 16 preseas en 29 pruebas internacionales.
“Estamos muy contentos, después de que nos sancionaran en Montreal y de no acabar la Copa del Mundo de Alanya (Turquía) en 2022, vuelvo a subir al podio. Este año estoy haciendo las cosas de manera distinta y los tiempos, los ritmos y las sensaciones están saliendo. Con Adrián Salto hemos sacado un buen rendimiento a pesar del poco tiempo que llevamos entrenando juntos. La categoría es cada vez más fuerte y dura, esto se pondrá complicado, estar en París se venderá caro. Me gusta mucho lo que hago y cómo lo estoy haciendo, así que estoy satisfecho, orgulloso y con ganas de seguir apretando”, ha recalcado.
Rakel Mateo también vuelve a sonreír tras añadir una muesca más a su palmarés. La de Mungia (Vizcaya), diploma paralímpico en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, ha sumado su 13ª medalla en pruebas internacionales en triatlón tras colgarse una plata en PTS2 (deportistas con discapacidad física severa que compiten de pie). En los 750 metros de natación se mantuvo cerca de la japonesa Yukako Hata, aunque su principal rival despegó con la bicicleta y luego en la carrera para imponerse. La española terminó segunda con 1:41.33, superando a la australiana Anu Francis.
“Ha sido una prueba más dura de lo esperado. El agua estaba fría y se ha puesto a llover, aun así, hice una buena natación, también en la bici a pesar de que me costó entrar en calor. En ambas disciplinas he mejorado, pero la carrera a pie es mi punto débil en este momento. Estoy con ganas de continuar trabajando para conseguir mejorar”, ha apuntado Rakel, quien espera clasificarse para París 2024, que serían sus terceros Juegos.
Y en PTS4 (discapacidades moderadas) Álex Sánchez Palomero quedó en la quinta posición con 1:10.34. El salmantino, bronce paralímpico en Tokio 2020 y que hace dos semanas logró una plata en la Copa del Mundo de Abu Dabi, parece haber dejado atrás definitivamente la lesión en el tendón de Aquiles que le tuvo casi ocho meses apartado de la competición.
“Ha sido una carrera difícil, el agua estaba muy fría, luego empezó a llover y había muchas curvas por vuelta, algo que condicionaba bastante la situación en nuestra categoría, ha habido muchas caídas, pero hemos salvado los muebles, no he arriesgado donde había mucho que perder. En natación me fue bien y en la carrera a pie mi rendimiento deportivo sigue estando lejos, a nivel mental cuesta exigirse cuando sabes que no estás en el lugar en el que has llegado a estar. He acabado quinto y en una situación normal podría haber estado cerca del podio. Vuelvo a puntuar y a subir en el ranking”, ha explicado.