eluniversal.com.mx – Perdió la movilidad de sus piernas cuando apenas tenía 11 años. Las secuelas de la poliomielitis cortaron de tajo los sueños de Aarón Gordián, quien, como muchos niños de su edad, soñaba en convertirse en futbolista profesional.
El destino, sin embargo, le tenía reservadas nuevas sorpresas. Tras superar el trago amargo de verse condenado a una silla de ruedas y probar con la natación y el basquetbol, el tapatío comenzó un idilio con las pruebas de fondo en el deporte adaptado.
“Son ya más de 30 años de trayectoria. Ser representante de México me ha dejado muchas satisfacciones y crecimiento como ser humano”, dijo Aarón, quien en su palmarés puede presumir un título del orbe y medallas en los principales maratones del mundo y Juegos Olímpicos.
El competidor de 47 años es una de las figuras de la delegación tricolor en los Parapanamericanos. Participará en las pruebas de 5 mil metros y maratón. En ambas, pretende subir a lo más alto del podio.
Ganador del Premio Nacional del Deporte en 1999, Gordián superó carencias económicas y discriminación a finales de la década de los 70, cuando comenzó a competir. Apoyado en su familia y, posteriormente, en su esposa Jacqueline e hijos, el atleta comenzó la cosecha de medallas que lo colocan como uno de los mejores exponentes de nuestro país a nivel internacional.
“Lo que más me motiva es pensar que puedo ir y venir a donde quiera, porque el único límite que tenemos son nuestros pensamientos. He crecido mucho desde la primera vez que representé al país y ahora me siento como una persona que ha dado todo por dejar en alto el nombre de su país”, recordó.
Para él nada ha sido fácil desde que vive con una discapacidad. “En ocasiones eran hasta cuatro horas para desplazarme y casi siempre llegaba tarde. Lo más difícil a lo que me enfrenté fue a la inconsciencia de la gente respecto a mi condición física, ya que en muchas ocasiones me empujaban y tiraban al querer subir al pesero o al metro”.
Aarón vislumbra un muy cercano retiro. Para el deportista ha llegado el tiempo de darle prioridad a su familia.
“Poco a poco dejaré de competir, el cuerpo ya no responde igual que cuando era más joven. Ojalá exista más apertura para los deportistas paralímpicos y, aunque ya no sea un deportista activo, espero que para los Paralímpicos de Londres las cosas cambien para bien de mi especialidad.
