Unos cincuenta jóvenes participaron de la Jornada de Deporte Inclusiva, que se llevó a cabo el pasado martes por la tarde en el Gimnasio Municipal Número 3, de la ciudad de Bariloche.
Bariloche 2000 – El encuentro organizado por ADAM (Actividad Deportiva Adaptada Municipal) y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), contó con el apoyo de la Dirección de Gestión para las Personas con Discapacidad de Bariloche y estudiantes del profesorado de Educación Física del CRUB (Centro Regional Universitario Bariloche).
Alrededor de veinte estudiantes de séptimo grado de la Escuela 71 se sumaron a las actividades deportivas que realizan semanalmente 30 jóvenes y adultos con discapacidad en el Gimnasio Municipal N° 3. De esta forma durante una hora y media, los niños y los deportistas de ADAM practicaron de manera conjunta básquet y rugby en silla de ruedas y boccia que es un juego similar a las clásicas bochas.
Al comienzo, los chicos se conocieron, los profesores explicaron cómo se usan las sillas de rueda y se propuso un circuito para probar su manejo.
Luego, los jóvenes fueron divididos en grupos y practicaron los diferentes deportes propuestos.
El delegado rionegrino del INADI, Julio Accavallo, explicó que, en este caso, se eligió la Escuela Primaria 71 porque es una de las escuelas de la ciudad que más chicos integrados tiene. “La idea fue que a través del juego y el deporte adaptado nos pongamos en el lugar del otro, compartiendo actividades para encontrarnos y conocernos”, manifestó Accavallo, al tiempo que agregó: “El deporte y el juego llegan mucho más que las cuestiones teóricas que se pueda trabajar con los chicos respecto a la no discriminación hacia las personas con discapacidad. Encuentros de este tipo contribuyen a que los niños sean multiplicadores de la inclusión”.
Por su parte, Eduardo Cuenya, director de la Escuela 71, acompañó la jornada y recalcó: “Había una gran incógnita: los chicos sabían por compañeros que se desplazan en sillas de ruedas y que practican deporte que iban a venir pero no sabían qué iba a pasar. Estuvo bueno que pudieran conocer las actividades que hacen sus compañeros. La idea es ampliar nuestra mirada sobre la inclusión y trabajar sobre la no discriminación. Hoy, los chicos están jugando al rugby, al básquet en sillas de ruedas. Están poniéndose en el lugar del otro, conociendo la diferencia para trascenderla”.
Al término de la actividad, los chicos compartieron una merienda y recibieron un diploma por su participación. Uno de los adultos que participa en ADAM manifestó: “Hace bien esto de mostrar lo que sabemos a otras personas. La pasamos muy lindo”.
“El encuentro entre todos fue muy bueno: como si se conocieran desde siempre. Los veía jugar y unos y otros se olvidan que están en una silla: están jugando y eso es lo bueno. No es que se sienten diferentes. Están compenetrados en el juego”, concluyó Cuenya. En tanto, Claudio Bío, coordinador de ADAM, dijo: “El balance es más que positivo, por esto de compartir y entender que la palabra discapacidad es una construcción y tiene que ver con la mirada que tenemos sobre quiénes somos. Hay que darse la posibilidad de conocer al otro sea cual sea su situación particular”.