Primero vencieron el rechazo, luego se las ingeniaron para continuar su preparación universitaria, hace poco se convirtieron en campeones nacionales de fútbol y ahora se preguntan cuál es la siguiente adversidad a superar.
pulsoslp.com.mx – Los “Búhos” son un grupo de jóvenes invidentes y débiles visuales que desde hace dos años juegan fútbol profesionalmente. Lo hacen tan bien, que igual forman parte de la selección mexicana en dicho deporte adaptado.
Casi todo el equipo está formado por estudiantes universitarios o trabajadores que en lugar de lamentarse por su discapacidad, se disponen siempre a vencer los obstáculos que se les presentan.
En su caso, sortear los baches de las calles y las pésimas condiciones de las banquetas de la ciudad son ya habilidades aprendidas, ahora, lo desafiante para ellos es afinar el sentido auditivo para correr por la cancha sin chocar con paredes o jugadores, y anotar goles al detectar el sonido del cascabel que suena en el interior del balón.
Así que, una tarde de domingo, estos jóvenes dieron un ejemplo de tesón en el Primer Campeonato Nacional de Futbol 5 para Ciegos y Débiles Visuales en la cancha de futbol rápido de la Unidad Deportiva Universitaria. Seguramente cientos de partidos se jugaron ese domingo en canchas llaneras y de futbol rápido por toda la ciudad, pero el de “Los Búhos” no fue partido ordinario porque, a pesar de jugar dos al hilo, se coronaron campeones.
Esa vez ni el sol abrasador pudo contra ellos. Uniformados de blanco, “Los Búhos” se enfrentaron primero contra el equipo de Jalisco, a quienes vencieron 3 goles a 0 a pesar de la resistencia que pusieron sus contrincantes. Tras el triunfo, los jugadores descansaron una hora y volvieron a la cancha para jugar la final contra el equipo de Puebla, a quien vencieron 3 a 1 en penales.
“Al principio es complicado jugar este deporte porque tienes que desarrollar muy bien el sentido del oído y de la orientación dentro de la cancha, además que tienes que concentrarte en escuchar el balón y las indicaciones del cuerpo técnico”, explica al término del partido Rubicel de la Cruz, delantero y goleador de Los Búhos.
Aunque el futbol 5 para ciegos o futbol 5 paralímpico se ha practicado desde principios de los años ochenta en países “futboleros” como Brasil, Argentina y España, esta práctica es un poco más reciente en México. De acuerdo a la Federación Internacional de Deportes para Ciegos, el primer campeonato mundial se efectuó en 1998, y no fue sino hasta 2004 -con más jugadores y mayor infraestructura- que se incluyó como disciplina en los Juegos Paralímpicos, en Atenas, Grecia.
Y apenas en 2010 un grupo de jóvenes invidentes o débiles visuales entre los 15 y los 22 años de edad conformaron el equipo junto a Alejandro Fernández Montiel, director del Instituto para Ciegos y Débiles Visuales “Ezequiel Hernández Romo”, quienes se registraron ante la Federación Mexicana del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales A.C.
“Los muchachos comenzaron a entrenar bajo la tutela de José de Jesús de Anda, el mismo que dirige a la Selección Mexicana Para panamericana de Futbol para Ciegos, gracias a su apoyo, cinco de Los Búhos son seleccionados nacionales”, explicó Fernández Montiel, quien también funge como responsable estatal de la Federación Mexicana del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales A.C.
Los seleccionados son José de Jesús Ávalos, Pablo Jesús Millán Matías, Marco Antonio Ramírez, Francisco Javier Rangel y Javier Amozorrutia, quienes a los pocos meses, obtuvieron sus primeros éxitos. “El siguiente objetivo es buscar un boleto para ir al Mundial de Futbol para Ciegos, que se disputará en Brasil y el boleto para ir al Mundial de Clubes, en Argentina”, agrega Alejandro.
A ciegas, pero seguro
Los jugadores de este deporte adaptado usan los mismos aditamentos, entrenan igual que un equipo de futbol promedio, la única diferencia, es que juegan en penumbras. Casi todos son ciegos o débiles visuales y para jugar con el mismo profesionalismo que un jugador promedio deben afinar el resto de sus sentidos.
Antes de cada encuentro, ayudantes del equipo tapan los ojos de los jugadores con gasa y cinta adhesiva, de manera que todos jueguen bajo la condición de completa oscuridad. Juegan 5 por cada equipo, pero los porteros no son invidentes, ellos son los únicos que juegan sin taparse los ojos.
Además, cada equipo es apoyado por un entrenador y un guía, quienes se colocan de manera estratégica dentro de la cancha para orientar y girar instrucciones a sus jugadores. Otra diferencia con el futbol ordinario es que en estos partidos no se le permite al público gritar, pues los jugadores tienen que escuchar los cascabeles del balón y al resto de sus compañeros para orientarse. Los espectadores y espectadoras sólo pueden manifestarse cuando se anota un gol.
El coach guía a los jugadores en los calentamientos previos, mientras que otro asistente técnico se coloca en la portería del equipo contrario para guiar con su voz al delantero, y en caso de cobrar un penal, el asistente golpea con una barra metálica el marco de la portería para que el jugador perciba su ubicación y sepa a dónde chutar.
Otra de las características del futbol 5 para ciegos es que los jugadores deben exclamar constantemente “Voy” para advertir al resto de los jugadores dónde se encuentra y evitar choques. “En este deporte hay que empezar desde cero y poco a poco te acostumbras, es mucha orientación y oído, concentrarse en el sonido del balón”, explicaba José Luis Carrillo, del equipo de Jalisco antes de deprimirse porque su equipo fue derrotado por Los Búhos de San Luis.