Javi Reja es un todoterreno, una persona a la que le cuesta decir no cuando le animan a practicar un nuevo deporte. Tras una década coleccionando medallas mundiales y europeas en piragüismo, hace poco más de un año se embarcó en una nueva aventura con el remo, modalidad en la que se clasificó para los Juegos Paralímpicos de Tokio y rozó el bronce. Ahora, el sevillano acaba de añadir una muesca más en su palmarés tras proclamarse bicampeón del mundo de remo indoor en una competición que este año, por la pandemia de la Covid-19, se ha celebrado de forma virtual.
El andaluz del Club Náutico Sevilla, alentado por sus compañeros en las instalaciones del Centro Especializado de Alto Rendimiento de La Cartuja y dirigido por su entrenador David Cifuentes, ha sido el gran protagonista en este campeonato de remoergómetro en categoría PR1. En la primera jornada se impuso en la distancia de 2.000 metros tras parar el crono en 7:23.2, un tiempo que supone nuevo récord del mundo. Completaron el podio el israelí Shmuel Daniel (7:29.1) y el italiano Giacomo Perini (7:48.4).
Hinchado de confianza y motivación, el sevillano, que hace una semana ganó el Campeonato de España de Distancia Larga (5.500 metros) en Castrelo de Miño (Ourense), volvió a brillar este sábado al vencer también en los 500 metros. Reja se llevó la medalla de oro con un registro de 1:38.4, quedándose a 1,2 segundos de la plusmarca mundial. El australiano Tristin Condon (2:11.0) y el suizo Maher Fatnassi (2:16.4) consiguieron la plata y el bronce, respectivamente.
“Sabía que estaba fuerte, pero los rivales también entrenan y no nos esperábamos un resultado tan bueno. El primer día planteamos un ritmo alto desde el primer momento y pude abrir brecha con el israelí. Hoy me he notado más cansado por el esfuerzo de ayer, y lo he pasado un poco mal porque el 500 es una distancia que no tengo controlada. Empiezo el año de la mejor forma posible”, ha comentado.
El polivalente deportista español continúa creciendo en una disciplina en la que se ha colado entre los mejores del mundo a pesar de llevar poco tiempo. En abril del año pasado tuvo su bautismo internacional en Varese (Italia), donde llegó y venció en la regata europea ante rivales más experimentados para llevarse el único billete disponible para los Juegos de Tokio. Y en la cita paralímpica a punto estuvo de hacer historia tras quedar en la cuarta posición.
Esta temporada, además de competir en piragüismo con la canoa, su objetivo es dar otro salto de calidad en remo y pelear por los puestos de medallas en la Regata Internacional de Gavirate (Italia) en mayo, en el Europeo de Múnich en agosto y en el campeonato del mundo de Račice (República Checa) en septiembre. “En Tokio me quedé con la miel en los labios, sé que estoy entre los mejores y lo daré todo para que en alguna de estas pruebas pueda subir al podio”, ha añadido.