Con apenas un año de rodaje, el cuatro con timonel español (PR3Mix4+) dio la sorpresa al clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Fue el primer gran logro de una ilusionante embarcación con expectativas de futuro. Pero la marcha de uno de sus integrantes obligó a virar el rumbo. Con vistas a pelear por una plaza para París 2024, Enrique Floriano y Verónica Rodríguez unieron su trabajo para formar el doble sculls mixto con el que tratarán de llegar a la cita francesa. De momento, en su debut, la pareja ha logrado un quinto puesto en el Europeo.
En el lago de Bled (Eslovenia), el extremeño y la asturiana han debutado con buenas sensaciones en una nueva modalidad, aunque conscientes de la difícil empresa que tienen por delante para alcanzar el objetivo de los Juegos. “Lo afrontamos con ganas de trabajar duro para llegar lejos en este reto. Tras el abandono de Jorge Pineda -uno de los integrantes del equipo que acudió a Tokio junto a Floriano, Rodríguez y Pepi Benítez- y de haber intentado encajar a Saúl Peña como nueva pieza, el bote no llegó a un porcentaje de efectividad con respecto al doble mixto. Así que decidimos reinventarnos y apostar por el doble, que es más competitivo para estar en los puestos más altos del ranking mundial”, ha explicado el pacense.
Metódicos y apasionados con lo que hacen, en sus primeros entrenamientos con la selección ya surgió ese ‘feeling’ entre ambos. “Llevamos tiempo trabajando en la posición de popa en el cuatro con timonel y eso hace que nos conozcamos muy bien. Aunque en el doble sculls se cambian las tornas, ahora llevo el ritmo y ella va de contramarca. Somos dos deportistas muy competitivos y cabezotas, luchamos por aquello que nos proponemos. Vero es mi complemento ideal, la mejor compañera de viaje en esta aventura que nos motiva”, ha recalcado.
En aguas eslovenas han dejado buenas sensaciones y se llevan a casa tareas para estar al nivel de los mejores. En la ronda preliminar quedaron en la sexta posición con un tiempo de 7:56.00. Y en la final escalaron un puesto para acabar quintos tras completar los 2.000 metros en 8:19.64. El oro fue para los franceses Guylaine Marchand-Laurent Cadot, la plata para los ucranianos Dariia Kotyk-Stanislav Samoliuk y el bronce para los británicos Annabel Caddick-Samuel Murray.
“Debemos compenetrarnos mejor, ir a una y encontrar esa complicidad que nos haga remar para tener opciones. Los rivales son duros, gente con experiencia que lleva remando toda la vida, mientras que nosotros llevamos en esto desde finales de 2019. Tenemos margen de mejora y tiempo para prepararlo, pero hay que trabajar para ser mejores en cada regata”, ha subrayado Floriano, quien en su etapa como nadador logró nueve medallas en Juegos Paralímpicos, 40 en mundiales y más de 30 en europeos.
Ambos se muestran ilusionados y confiados en poder estar en la capital francesa el próximo año. “El doble sculls es la mejor opción para llegar a los Juegos. En Tokio fuimos undécimos tras acudir con una invitación, pero para París 2024 se reducen las plazas a diez y ahora estamos cerca de los tiempos que nos metería entre ellos. Vamos a trabajar durante este año para intentar la clasificación directa en el Mundial de Belgrado en septiembre y, si no, intentarlo en la repesca estando en los puestos más altos a nivel europeo”, ha apostillado.