avn.info.ve – Más de dos horas en la mañana y en la tarde entrena diariamente el atleta venezolano César Campos, medallista de plata en los Juegos Parapanamericanos Toronto 2015, en la disciplina de potencia (Powerlifting) categoría 88 kilogramos, con el objetivo de alcanzar las condiciones físicas necesarias que le permitan obtener la clasificación a los Juegos Paralímpicos, Río de Janeiro 2016.
En este momento Campos se ubica en el puesto 12 del ranking olímpico de la disciplina, en la que clasifican a Río los ocho primeros. «Esta es una de las razones por las que me estoy esforzando bastante en cada entrenamiento, para avanzar hasta meterme entre los ocho», expresó el atleta en entrevista exclusiva con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Hasta diciembre pasado Campos estaba dentro de la clasificación a Río, ocupaba el sexto lugar en el ranking. «Hubo un torneo abierto en Hungría y todo varió, yo descendí hasta el puesto 12. Sin embargo, en el preolímpico que se realizará este mes, si levanto 210 o 215 kilos puedo ubicarme en el cuarto puesto y asegurar mi competencia en los olímpicos».
Campos tendrá la posibilidad de clasificarse a la cita de Brasil durante el torneo preolímpico de la disciplina que se disputará en Río de Janeiro del 21 al 23 de enero. «Tengo plena confianza en Dios primeramente y en el trabajo que he venido haciendo para ganarme ese cupo. Tengo la certeza de que puedo lograrlo porque el Señor me da la fuerza para hacerlo y sé que voy a estar en Río representando a Venezuela».
Culminado el preolímpico, el atleta caraqueño volará a Kuala Lumpur, Malasia, del 25 al 28 de febrero, donde se realizará el Campeonato Mundial, justa que es de carácter obligatorio para los atletas que van a competir en los Juegos Paralímpicos.
«Según las reglas, además de ganarte el cupo a los Juegos Olímpicos el atleta debe tener al menos una participación en los Juegos Parapanamericanos, que yo ya la tengo porque fui el año pasado a los de Toronto, y un Campeonato Mundial. Si no tienes eso no puedes estar en la cita olímpica», explicó el atleta venezolano.
El entrenamiento
Para Campos, quien antes de ser atleta se dedicaba al fisicoculturismo, el día comienza a las seis de la mañana. Una hora más tarde, empieza a ordenar su bolso para ir a desayunar y luego dirigirse al gimnasio ubicado en la sede del Instituto Nacional de Deportes, en Montalbán, Caracas, y así dar comienzo a una rutina supervisada por su entrenador, Antonio Delgado.
«Comienzo a entrenar a las 9:30 de la mañana después de calentar un rato levantando poco peso, luego voy subiendo de kilos y así hasta que llego a levantar los 200 kilogramos o 215. Al terminar voy a almorzar y regreso al gimnasio para seguir pero con un ritmo más suave», comentó.
Entre cada peso que levanta Campos hay dos minutos de descanso, tiempo en el cual respira profundo y se coloca las cintas que protegen sus muñecas así como un aparato que le permite coordinar los movimientos de los codos y el pecho, implemento que utiliza sólo por momentos, para equilibrarse, explicó el entrenador Delgado.
En el entrenamiento que presenció AVN, Campos comenzó su jornada con una alzada de 110 kilogramos, que luego elevó a 120, a 150, y progresivamente su entrenador le fue añadiendo más peso a la barra, hasta que el medallista parapanamericano levantó los 210 kilogramos.
«Tiene que ser así, de esta forma, porque si no hay disciplina no hay nada, no hay ganador, no hay meta alcanzada», expresó Campos.
Para este pesista, integrante de la selección nacional de Venezuela, que en dos años de carrera deportiva ha ganado varias válidas nacionales, competencias internacionales, y poseedor de un récord Parapanamericano al levantar 200 kilos en los Juegos Paranacionales Yaracuy 2015, la disciplina es la clave para obtener el éxito.
«La disciplina rompe hasta con la inteligencia, ya que una persona puede ser muy inteligente pero si es indisciplinada de nada le sirve, por eso hay que ser ordenado y disciplinado (…) por eso yo entreno todos los días, pendiente de que no haya lesiones, cumpliendo una dieta, una rutina, y así todos los días me levanto con entusiasmo, con más ganas de lograr ese objetivo, con la convicción de que puedo estar entre los ocho del mundo para viajar a Río», acotó.
Un cambio inesperado
Hace 15 años la vida de César Campos dio un giro inesperado producto de un incidente, en el cual resultó herido de bala, que lo hizo plantear su vida de otra manera. «Fue gracias a Dios, al apoyo de mi familia y seres allegados lo que me impulsó a ser diferente, levantarme de la cama y hacer algo productivo, algo que me motivara a vivir y después a motivar a otros porque todo en la vida se puede aunque estemos en una silla de ruedas».
«Creo que todo eso al final tenía un propósito y ahora mi vida le sirve de ejemplo a otros jóvenes y personas que por accidente no pueden caminar y creen que todo se acabó, algo que no es verdad. Dios tiene un plan para todos y ese plan siempre es bueno», agregó.
Actualmente Campos preside la Fundación Masificación del Deporte para Personas con Discapacidad, con el propósito de enseñar lo que ha aprendido en los últimos dos años de su vida y así ayudar a otras personas. «Me llena ayudar al prójimo».
La Fundación tiene un año y medio de creada. «Es ese tiempo hemos hecho eventos en los barrios, escuelas, hospitales y actualmente estoy entrenando a ocho muchachos para que no se queden estancados, como me pasó a mí en un tiempo atrás cuando me enteré que aquel incidente me provocó una discapacidad».
Para este año Campos aspira impulsar más su fundación, la cual cuenta con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para la Juventud y el Deporte. «Estoy muy agradecido por eso y la verdad son estas cosas las que me llevan a ser mejor persona, mejor atleta y entrenador. Ahora mi visión de la vida es distinta y en mi diccionario la palabra no puedo, simplemente no existe».
