farodevigo.es – George Eyser fue triple campeón olímpico de gimnasia en San Luis 1904, donde además ganó otras tres medallas. Natalie du Toit acabó en decimosexta posición la prueba de los diez kilómetros en aguas abiertas en Pekín 2008.Y Oscar Pistorius acaricia el sueño de clasificarse para Londres 2012. Competir en unos Juegos Olímpicos es a lo máximo a lo que cualquier deportista puede aspirar. Es la cita deportiva más importante y solo tiene lugar cada cuatro años. Y en el caso de estos tres atletas no es diferente, aunque su cuerpo sí lo sea.
Los tres sufrieron accidentes que los condenaron, en principio, a una vida en silla de ruedas tras la amputación de una de sus piernas, en el caso del atleta sudafricano de las dos, pero no se rindieron y evitaron a base de mucho sacrificio que el infortunio los alejara de sus objetivos. Su historia es la de la superación y encarnan más que nadie el lema por excelencia del Barón de Coubertin. Para ellos, lo importante sí que es participar.
El estadounidense George Eyser (Kiel, Alemania, 1870) abrió el camino en San Luis 1904. Lo suyo ya no fue solo acudir a los Juegos, sino que se convirtió en uno de sus indiscutibles protagonistas. Es muy difícil ganar seis medallas en una misma cita y en un mismo día. Y él lo hizo con una extremidad de madera.
En su juventud fue arrollado por un tren y como consecuencia, perdió la pierna izquierda. Nacido en Alemania y criado en Estados Unidos, a donde su familia se mudó cuando él tenía 14 años, se unió al club Concorde de gimnasia y se clasificó para la cita olímpica de la ciudad en la que residía.
Consiguió pobres resultados en un primer evento programado por la organización, pero en el segundo, con siete aparatos en un mismo día, fue el gran protagonista: se colgó el oro en paralelas, salto —sobre todo teniendo en cuenta su pierna artificial— y en trepar por la cuerda, mientras que fue plata en la combinada y en caballo con arcos y bronce en barra fija.
Pasaron muchos años hasta que alguien pudo repetir su hazaña. Fue la sudafricana Natalie du Toit (Ciudad del Cabo, 1984), la primera en clasificarse para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de una misma edición: Pekín 2008.
La nadadora era una de las esperanzas de futuro de su país, pero cuando tenía solo 14 años sufrió la amputación de su pierna izquierda por debajo de la rodilla tras un accidente de coche. No tardó mucho más de diez segundos en recuperarse del shock porque, como una imposición, se fijó dos metas: volver a nadar e ir a los Juegos.
No sin problemas y mucho sacrificio con horas de entrenamiento en la piscina, empezó a hacer méritos para estar en la capital china. En 2002, en los Juegos de la Commonwealth, se clasificó para la final de 800 libres junto a nadadores sin discapacidad y en 2003 ganó la misma prueba en los Juegos Africanos. Sevilla fue el escenario de uno de sus grandes triunfos. Fue cuarta en la prueba de la Copa del Mundo, lo que le dio el pase para Pekín, donde obtuvo una meritoria decimosexta plaza y el honor de portar la bandera de su país en la ceremonia de clausura.
Su compatriota Oscar Pistorius (Johanesburgo, 1986) persigue el mismo sueño. Su caso es mucho más conocido. Sin sus dos piernas, amputadas cuando tenía 13 meses por una enfermedad congénita degenerativa, compite con dos prótesis de fibra de carbono, con las que aprendió a andar. De Pekín 2008 se quedó fuera por un polémico informe en el que sus prótesis eran consideradas una ventaja.
Tuvo que recurrir al TAS, que falló a su favor. Ya era muy tarde, porque no le dio tiempo a realizar la marca mínima ni fue seleccionado para el relevo 4×400 a pesar de estar entre los mejores de su país. Pero en cuatro años han cambiado mucho las cosas. De momento, ya ha participado en el Mundial de Daegu del año pasado en el que alcanzó las semifinales de su prueba, los 400 metros lisos. En 2012 ya ha corrido por debajo de la mínima. Salvo que dos compatriotas lo superen o su país lo excluya, Londres 2012 le espera.
