Nagore Folgado, una veloz promesa del atletismo

La valenciana, oro europeo en 100 metros y plata en 200 metros T12 junto a su guía Joan Raga, es una de las benjaminas del equipo español que acude a los Juegos Paralímpicos de Tokio.

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Nagore Folgado junto a su guía Joan Raga durante el Mundial de Dubai. Fuente: CPE

Nagore Folgado consume sus sueños a ritmo de vértigo. Recién está comenzando a esprintar y aún le queda mucho tiempo de cocción para madurar física y mentalmente, pero nadie se atreve a adivinar su techo. El desparpajo y las zancadas de la adolescente ilusionan y ya dejan huella sobre el tartán. Es un talento precoz y una de las promesas del atletismo español para ciegos. A sus 17 años es la vigente campeona de Europa de 100 metros en categoría T12 y como premio competirá en el estadio de Tokio en sus primeros Juegos Paralímpicos.

“Mi preparación estaba enfocada en París 2024, fue una sorpresa verme en la lista de seleccionadas. Aún me veo un poco pequeña, pero no me da vértigo, puedo crecerme y hacer algo importante”, asegura con esa confianza y determinación con la que se ha desenvuelto desde niña. Con solo dos añitos venció al retinoblastoma bilateral que le detectaron, un agresivo cáncer que se cobró su factura: el ojo opaco izquierdo y un resto visual del 0,1% en el derecho. Un metro más allá de su nariz no distingue nada.

“No era consciente de ello, por eso nunca tuve miedo, en la calle o en el colegio era una chica atrevida, hacía lo mismo que mis amigos, iba con la bicicleta por la montaña o jugaba a la pelota pese a que me lo desaconsejaban los médicos. Pero nunca me puse barreras a mí misma”, recalca. Probó el goalball y la natación, pero fue el atletismo el que le enganchó por la insistencia de sus compañeros de la ONCE. La pista pasó a ser su único mundo sin obstáculos, un lugar que le devolvería parte de esa libertad perdida por la ceguera.

“Al principio iba porque quería estar cerca de mis amigos, no me lo tomaba en serio. Hasta que gané una competición en 1.000 metros, distancia que se me daba fatal. En salto de longitud también destaqué, pero lo dejé porque cuando caía en el foso el ojo me dolía y tuve desprendimiento de retina”, relata la valenciana, que se especializó en 100 y en 200 metros, pruebas en las que se proclamó campeona del mundo sub 18 en Nottwil (Suiza) en 2019. “Era mi primer evento internacional, fue un punto de inflexión porque rompí una barrera mental, me di cuenta de que con esfuerzo podía llegar a ser deportista de élite”, comenta.

Campeona de Europa en 100 metros

Y esta temporada ha dado otro salto importante al conquistar el oro en 100 metros y la plata en 200 T12 en el Europeo de Bydgoszcz (Polonia). “Con meterme en la final ya estaba feliz, pero al ver que en semifinales del 100 lograba marca personal, supe que podía ganar. Llevaba un año estancada en los 13 segundos, la pandemia del coronavirus me afectó física y psicológicamente, aunque supimos reconducir la situación y no está mal el resultado, campeona de Europa”, dice con una sonrisa.

Los éxitos de Nagore no se entenderían sin Joan Raga, sus ojos en la pista. “Había jugado al fútbol y cuando falleció mi padre encontré en el atletismo una vía de escape. Me duró un par de años ya que cuando empecé a trabajar como ingeniero de Software lo aparqué. Lo retomé hace tres años al conocer a Nagore porque ambos teníamos a Rubén Picazo como entrenador, que me propuso que fuese su guía y me gustó esa sensación de correr con otra persona. Es muy diferente, debes modificar tu carrera para ir acompasados y molestarle lo menos posible. Formar pareja y compartir cada momento con ella es algo único”, asevera.

“Cuando corría sola forzaba tanto la poca visión que tengo que el dolor era insoportable y frenaba mi velocidad. Puede resultar paradójico, pero estar atada a Joan me hizo sentir libre. Tenemos una gran complicidad, confío plenamente en él y eso se está notando en el rendimiento”, tercia su compañera. Con el valenciano está sacando sus mejores resultados, 12.70 segundos en 100 metros y 26.19 en 200 metros. “Estamos muy fuertes, pero podemos correr más rápido, Nagore está a un nivel alto. Tiene 17 años, por tanto, mucho margen de mejora. Estar en Tokio es un premio que no esperábamos, nos conformamos con llegar a una final, sería el más feliz del mundo”, añade Raga.

Para Folgado, benjamina de la expedición española junto a la nadadora Nahia Zudaire, acudir a su edad a unos Juegos Paralímpicos “es un orgullo y algo inesperado. Pese a ser un regalo, siento que nos lo merecemos, valemos para estar entre los mejores. Estoy nerviosa, pero lo afronto sin presión, con la idea de disfrutar la experiencia y de pelear cada zancada hasta cruzar la meta. Sé que no son mis Juegos, a París 2024 llegaría con unas expectativas más ambiciosas, así que estaría satisfecha con un diploma. Eso sí, no renunciamos a nada, si se pone a tiro una medalla no la vamos a rechazar”.

TEST TOKIO 2020. Conociendo a Nagore Folgado

TEST TOKIO 2020. Conociendo a Joan Raga

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