elpais.com.uy – Dos récords mundiales del atletismo arriban hoy a Punta del Este; el ex atleta norteamericano Carl Lewis (ganador de diez medallas olímpicas) y el corredor paralímpico Óscar Pistorius, que sin sus piernas logró ser de los más veloces del mundo.
La leyenda del atletismo, el estadounidense Carl Lewis, conocido como «el hijo del viento» llega hoy a Punta del Este. Por si fuera poco, lo acompañará el sudafricano Óscar Pistorius, apodado como «el hombre biónico», ya que logró transformarse en uno de los corredores más veloces del mundo, a pesar de no contar con sus dos piernas.
Invitados por Nike, Lewis y Pistorius estarán desde hoy en Punta del Este, en una estadía fugaz que durará apenas dos días, hasta el jueves 29.
A pesar de la corta estadía en Punta del Este aprovecharán «para conocer el balneario, hacer un poco de sociales y, sobre todo, descansar», comentaron a El País allegados a las dos figuras del atletismo mundial, aunque no descartaron la posibilidad de que se los vea ejercitando por la rambla puntaesteña.
Entre sus actividades programas Lewis y Pistorius estarán presentes en un recepción que organizará Nike, especialmente para la llegada de ambos, pero que será de agasajo interno, y no abierta al público.
LEYENDA. Lo apodaron «el hijo del viento». Ganó diez medallas olímpicas, entre ellas nueve de oro. Fue imbatible entre las décadas del `80 y `90. Con tan solo 15 años, Carl Lewis ya se destacaba en las pruebas de salto largo y velocidad, en las que competía y empezaba a ser visto como una promesa del atletismo. Con 23 años ya emergió como estrella mundial y lo confirmó en el Mundial de Atletismo de Helsinki, en Finlandia (en 1983), donde Lewis obtuvo su primer gran éxito internacional, y consiguió un oro en los 100 metros, salto largo y relevos de 4 x 100 metros.
En el año siguiente seguiría cosechando oros, pero esa vez en los Juegos Olímpicos de 1984, en Los Ángeles, donde volvió a repetir la performance del mundial al ganar en las mismas tres categorías y sumar una cuarta (200 metros llanos), alcanzando el récord de medallas que había logrado el atleta Jesse Owens, en los Juegos Olímpicos de Berlín, 50 años atrás. Lejos de decaer su gesta con el paso de los años, Lewis siguió demostrando que estaba en la elite del atletismo mundial, sin dar un mínimo de tregua. En 1987, en el mundial de atletismo de Roma siguió ganando; otro oro en salto de longitud y en posta de 4 x 100 metros, pero se llevó la primera gran frustración de su carrera.
En los 100 metros llanos quedó en el segundo lugar, vencido por el canadiense Ben Johnson. Sin embargo, el tiempo volvería a darle la razón y lo posicionaría como el atleta número uno del mundo, ya que años después se confirmó que Ben Johnson había consumido sustancias prohibidas en aquella carrera, siendo despojado de su medalla y otorgando la misma a Lewis.
Imparable, en los Juegos Olímpicos de Seúl sumó dos medallas de oro a su vitrina personal, y volvió a marcar otro récord: se transformó en el primer atleta en ganar la competición de salto largo en dos Juegos Olímpicos seguidos (ver recuadro completo). «Atleta del año» y Premio Príncipe de Asturias, fueron algunos de los méritos que se le otorgó tras su carrera. Su última olimpíada fue la de Atlanta 1996. De retirado, y con su bienestar económico asegurado, se dedicó a la actuación, otra de sus pasiones.
SUPERACIÓN. Lo llaman el «hombre biónico». A los 11 meses de haber nacido, una malformación en sus dos piernas lo llevó, irremediablemente, a una amputación. Ya con 25 años, Óscar Pistorius, que hoy estará de visita en Punta del Este, tiene las marcas mundiales en las pruebas de 100, 200 y 400 metros llanos en los juegos paralímpicos, gracias a la última tecnología. Sus piernas artificiales (una prótesis construida en base a fibra de carbono) y su voluntad extrema le permiten competir y destacarse como atleta. Tan así es que la polémica quedó instalada cuando Pistorius se propuso salir de los juegos paralímpicos y competir por un lugar en la competición olímpica, marcando un hecho nunca antes visto: que un competidor sin sus dos piernas pudiera competir con las figuras del atletismo.
Paradójicamente, un equipo de científicos, que realizó un seguimiento y análisis de sus carreras (con la utilización de cámaras de alta definición), aseguró que Pistorius gozaba de «ventajas considerables» sobre los atletas que no usan prótesis. Sujeta a estos análisis la Federación Internacional de Atletismo, no lo autorizó a competir en pruebas sancionadas por la federación, incluyendo los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.
El joven atleta apeló esta decisión y el Tribunal de Arbitraje Deportivo le autorizó a competir en los Juegos Olímpicos de Pekín, pero el requisito para correr en competición de 400 metros era conseguir una marca mínima, que no llegó a alcanzar. Ahora, tras un breve descanso, el objetivo de Pistorius está puesto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Por lo pronto, durante estos días quizás se lo pueda ver disfrutando de un almuerzo en algún parador de lujo o, incluso, trotando por algún lugar de la rambla esteña.
CARL LEWIS
Nombre: Frederick Carlton «Carl» Lewis.
Apodo: El Hijo del Viento
Nació: Primero de julio de 1961, en Birmingham EE.UU.
Edad: 50 años
Otros datos: Hijo del jugador de polo americano William Lewis.
Logros: En 1984 ganó medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 100 metros llanos, 200 metros llanos, salto largo y relevos de 4 por 100 metros llanos. En los Juegos Olímpicos de Seúl (1988) obtuvo una medalla de plata en los 200 metros llanos y un oro en salto largo. En Barcelona (1992) se consagró también con una medalla de oro en salto largo y en relevos de 4 por 100 metros llanos. En tanto, en Barcelona, consiguió otro oro en los relevos de 4 por cien metros llanos, y en Atlanta (1996) se quedó con un oro en salto largo.
PISTORIUS
Nombre: Oscar Pistorius
Nació: 22/11/1986
Edad: 25 años
Su carrera: Posee las marcas mundiales en las pruebas de 100, 200 y 400 metros llanos para atletas que han sufrido doble amputación. Utiliza prótesis transtibiales para correr, construidas en fibra de carbono. Aunque estas piernas artificiales le permiten competir, su uso generó protestas al considerar que le dan una ventaja injusta sobre otros corredores. Registra 46.34 segundos en 400 metros, la máxima velocidad en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004.
Tras una intensa discusión, fue autorizado para competir en los Juegos Olímpicos de Beijing, pero no logró la marca clasificatoria en 400. Su meta sigue siendo los Juegos Olímpicos, esta vez los de Londres 2012.
